El funcionamiento de un salón de peluquería ya supone bastantes dificultades diarias como para añadir el estrés de los residuos de tintes. La mayoría de los propietarios, gerentes y estilistas de salones de belleza son muy conscientes del problema al que se enfrenta este sector en lo que respecta al medio ambiente; los residuos generados en los salones no dejan de crecer, con muy pocos remedios.
Piense en todos los residuos generados por un servicio de color y a dónde van a parar. Las láminas, los tubos de color, los tintes no utilizados, el papel y los plásticos van a parar a nuestros cursos de agua o vertederos.
Hemos descubierto que, de media, los salones de peluquería desperdician entre un 25% y un 40% de los tintes, lo que no sólo tiene efectos perjudiciales para el medio ambiente, sino que puede entorpecer el éxito de su negocio. Si su salón gasta 50.000 dólares al año en tinte y el 40% se desperdicia, está tirando a la basura 20.000 dólares que podría haber invertido en formación, marketing, primas para el personal, nuevos equipos y muchas otras oportunidades de crecimiento.
¿Cómo se acumulan todos estos residuos?
Una de las principales causas de desperdicio es que los cuencos se suelen mezclar según la norma del sector; el volumen de fórmula más común es de 40 g a 60 g de color. Para empeorar las cosas, si un estilista se queda sin color a mitad de la mezcla, suele volver a la barra de color y, para obtener la misma consistencia, acaba mezclando de nuevo toda la cantidad o, en el mejor de los casos, la mitad, incluso cuando no necesita tanta cantidad. Esto crea aún más residuos, dejando más del 40% medio de sobrante que se va por el desagüe.
Otro factor que contribuye al despilfarro en el sector es que la mayoría de las fórmulas de los clientes no se registran o, cuando lo hacen, no están fácilmente disponibles, están mal marcadas o acaban perdiéndose. Recrear la fórmula de un cliente sin registros exactos lleva a mezclar en exceso para conseguir la consistencia y el color adecuados, con la consiguiente pérdida de tiempo y de producto. Si no se cumplen las expectativas del cliente, hay que intentar corregir el color en el momento o hacer que el cliente vuelva para una costosa repetición, lo que aumenta el gasto y los costes del salón.
La solución
Vish es capaz de rastrear, gestionar y analizar todo acerca de su negocio de color - sin cambiar la forma de mezclar el color. Conectada a una báscula bluetooth, la aplicación de barra de color de Vish captura toda la información detallada del color y la fórmula cuando los estilistas mezclan, incluido el peso, los ingredientes utilizados y los residuos. Con nuestra función de repesado, Vish refina las fórmulas hasta la cantidad necesaria y almacena esa información en la aplicación, lo que permite a los coloristas recrear sus fórmulas con la cantidad y consistencia exactas, sin dejar residuos. La información sobre el uso del color de cada empleado permite a los propietarios y gerentes de salones ver qué estilistas son más eficientes en cuanto a residuos y coste por servicio, lo que le proporciona los datos para ayudar a entrenar a su equipo y continuar reduciendo sus residuos y costes.
¿Y qué ocurre si te quedas sin producto a mitad de la aplicación? Vish ajusta la fórmula para que puedas mezclar la cantidad que creas necesaria. Tal vez sólo te quede un 30%, Vish hace los cálculos para que, mezclando sólo un 30% de la fórmula, obtengas la consistencia exacta del original. Ya no es necesario mezclar un bol nuevo entero y desperdiciar todo ese producto.
Desde eliminar el exceso de color que se tiraba por el desagüe hasta formar a los coloristas para que lo apliquen con una mano más ligera, los salones Vish han podido reducir las compras de inventario en un 40%. Esto, combinado con la captura de todos los servicios prestados, puede llevarle a recuperar ingresos que no sabía que le faltaban.